Parmigiani Fleurier, los relojes más exclusivos del mundo

La historia de Parmigiani Fleurier arranca en 1976 cuando Michel Parmigiani empezó a restaurar relojes antiguos con el objetivo de recuperar el valor artístico de la relojería suiza. Para ello contó con la colaboración de la Fundación Sandoz y eligió la ciudad de Fleurier, donde veinte años después surgiría la empresa tal y como la conocemos hoy, consolidada como una de las más destacadas en la creación de relojes únicos.

 

En el inicio de Parmigiani Fleurier se pusieron los cimientos de la marca con la realización de varios calibres propios, incluidos los de movimientos mecánicos y de cuerda automática, así como la creación del modelo Kalpa, uno de los iconos de la firma. Con la entrada en el siglo XI se incrementó la capacidad de producción de la marca y se apostó por una libertad creativa a los maestros relojeros con el objetivo de incorporar diseños clásicos en los modelos más actuales.

 

Desde el principio Parmigiani apostó por la independencia, lo que le permite ser una de las escasas firmas de alta relojería que realiza todo el proceso de fabricación de sus relojes. En la actualidad, la firma cuenta con quince calibres diferentes que monta en sus modelos masculinos y femeninos. Todos los relojes se montan a mano, lo que supone que cada unidad requiere al menos de unas 400 horas de trabajo, lo que implica un nivel de exclusividad incomparable. Si a eso añadimos la utilización de los mejores materiales, metales y piedras preciosas, nos encontramos ante una de las firmas más elitistas y lujosas del mundo. En su colección destacan las líneas Toric, Kalpa y el inigualable Bugatti 370.

 

Este modelo fue elegido en el año 2006 como el reloj del año, un premio otorgado por la prensa japonesa. Se trata de un reloj inspirado en un coche igualmente incomparable: el Bugattu Veyron. El reloj recuerda a un motor y está realizado en oro de 18 quilates. Como está pensado especialmente para conductores, cuenta con una pequeña esfera dispuesta de manera vertical en la parte delantera de la caja con el objetivo de que pueda leerse la hora mientras se está al volante. Cada año se fabrican sólo 50 unidades de cada uno de los tres colores de esfera que Parmigiani ha creado. Tres años después Parmigiani Fleurier llegó a un acuerdo con la firma de barcos Pershing para crear una línea de relojes deportivos acuáticos, disponibles con correa de caucho o brazalete de acero y resistente al agua 200 ATM.

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