La firma Lanvin fue creada en Jeanne Lanvin, una joven que empezó trabajando en una tienda de sombreros y que en 1885 abrió su primer taller de moda y cuatro años después su primera boutique en París, donde fundamentalmente vendía sombreros. La marca Lanvin comenzó a adquirir relevancia a principios del siglo XX cuando empezó a diseñar ropa infantil, primero, y después modelos femeninos, caracterizados sobre todo por su gusto por los colores. Incluso llegó a registrar algunos, como el azul Lanvin, que obtenía en un taller de tintado que puso en marcha en 1923. No obstante, el negro fue el color más apreciado por esta modista de leyenda. A partir de 1924 empezó a producir perfumes y poco después también lanza una colección de ropa masculina.
En 1946, a la muerte de Jeanne Lanvin, la firma siguió adelante con los trabajos de otros diseñadores, algunos de ellos miembros de la familia, como su hija Marie-Blanche. El transcurrir de los años provocó que la marca fuera cambiando de manos, aunque fue propiedad de la familia hasta finales de los ochenta cuando Bernard Lanvin (sobrino-nieto de la fundadora) vender una parte de la empresa a un banco londinense.Ya en los años noventa Lanvin pasa a ser controlada por L'Oreal y poco a poco la marca renuncia a la alta costura y se centra en el diseño de complementos (joyas, gafas, calzado, bolsos) y perfumes, aunque en el siglo XXI regresa con fuerza al mundo de la moda de la mano de Alber Elbaz , director creativo que en la última Semana de la Moda de París causó sensación con algunos de sus diseños.
En el mundo de la joyería Lanvin ha mantenido su estatus con sus diseños coloristas, atrevidos, chics y elaborados con los mejores materiales. Elbaz, que ya lleva diez años trabajando con Lanvin, ha preparado para esta temporada una serie de joyas que bajo el nombre de 'Bárbara' recurre a grandes diamantes y gemas montadas sobre construcciones de plexiglás ahumado para destacar aún más el brillo de las piedras.