Boucheron, la joyería más prestigiosa de todos los tiempos

La firma Boucheron es una referencia mundial dentro de la alta joyería. Esta marca francesa tiene su origen en Frederic Boucheron, que en 1858 abrió su tienda en la Galería de Valois, con Napoléon III en el poder. Seis años después abrió su taller de joyería y solo un año después era premiado en la Exposición Universal de 1867. Hablar de Boucheron es hacerlo de la Place Vendôme, sin duda uno de los referentes en el mundo del lujo parisino. Esta firma fue la primera que abrió una joyería en dicha plaza, en concreto en el número 26, que se convirtió en un lugar de referencia para las clases altas de París y, poco a poco, para la nobleza de toda Europa. En 1876, el Gran Duque Alexander, el futuro zar Alejandro III, y su esposa Maria Feodorovna, entraron en la boutique para adquirir un reloj en una cadena adornada con diamantes. Para atraer la buena suerte, el Gran Duque pidió a la suma de dos funciones, dos detalles en la joya: una corona y su número de la suerte personal. Desde entonces, las creaciones de Boucheron son como talismanes.

 

En la Exposición Universal de París de 1878 Boucheron recibe el primer premio por sus creaciones, incluyendo un collar de zafiros, creado por Marie-Louise MacKay. El collar se adorna con zafiro central de 160 quilates y representan y una serpiente, que ha seguido siendo un icono fundamental de la Maison Boucheron hasta nuestros días. Uno de los momentos más destacados en la historia de esta joyería se produjo en 1887, cuando durante una de las más famosas subastas de joyas de todo el mundo, delebrada en el Louvre, salieron a la venta las joyas de la corona francesa. Frédéric Boucheron, el único francés en medio de los joyeros más importantes del mundo, logró adquirir 31 diamantes, y entre ellos los diamantes Mazarin, célebres por su peso: 18 y 16 quilates, junto con una de las más bellas joyas de la emperatriz Eugenia. Todo el mundo se preguntó quién había ordenado a Boucheron adquirir las joyas, pero en realidad la compró él mismo para hacer un anillo que regaló a su esposa en señal de amor. Desde entonces, los anillos de compromiso de Boucheron son famosos en el mundo entero.

 

Como ejemplo de la fama que Boucheron tenía entre la nobleza europea, en 1894 el zar Nicolás II encargó a Frédéric Boucheron , que precisó 2.000 horas de trabajo y que, según cuenta la leyenda, acabó con las migrañas que sufría la afortunada Alexandra cuando recibió la corona como regaló de compromiso. La fama que la marca adquirió en Rusia le llevó a abrir una tienda en Moscú en 1893, que en 1911 trasladaría a Moscú. En 1903 abrió tiendas en Londres y Nueva York, un año antes del fallecimiento del fundador. Sus descendientes se harían cargo de la empresa. En 1909 Louis Boucheron realiza su primer viaje a la India, un hecho que tendría mucha influencia en los diseños posteriores de la firma.

 

Hasta la Segunda Guerra Mundial Boucheron sigue trabajando con las familias y dinastías más ricas del mundo, como lo demuestra la visita que en 1928 realizó un maharajá de la India, quien encargó una impresionante colección de joyas hechas con rubís, diamantes, esmeraldas... El Sha de Persia, la Reina de Inglaterra, las casas reales de Jordania, etc. todos son clientes de Boucheron. En 1947 lanza el primer reloj Reflet y en 1968 las primeras piezas de la Colección Serpiente. La expansión de la marca continúa con la apertura de tiendas en Japón (1973) y, ya en el siglo XXI, en Shanghai, Dubai, Hong Kong y Kuala Lumpur.

 

En 1988 la Maison Boucheron celebra su 130 aniversario con una gran retrospectiva en el Museo de André Jacquemard y lanza su primer perfume. La última maravilla de Boucheron es el reloj de alta joyería Ladyhawke Tourbillon, con el que se celebró la colaboración entre la Maison Boucheron y la firma Girard-Perregaux.

 

A nivel empresarial, en 1994 el negocio familiar pasó a un enfoque más global con su venta a Schweizerhall y su posterior adquisición en el año 2000 por Gucci, que a su vez fue comprado en 2004 por PPR, siendo nombrado máximo responsable de la firma en 2011 Pierre Bouissou. En la actualidad, Boucheron tiene más de 30 tiendas en todo el mundo, más de cien distribuidores autorizados y Claire Choisne es su director creativo en 2011.

 

Como muestra de la importancia de esta firma en el mundo de las piedras preciosas, basta decir que Boucheron elaboró un sistema para clasificar el valor de un diamante que se basa en una evaluación de la calidad del diamante y en un análisis de la claridad y el color de la piedra.

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