Giorgio Armani es uno de los diseñadores que ha dominado el mundo de la moda desde las últimas décadas del siglo XX y ha convertido su apellido en uno de los referentes del lujo, el estilo y la exclusividad. Giorgio Armani nació en la ciudad italiana de Piacenza en 1934 y su primera vocación no fue la moda, de hecho estudió dos años de Medicina en Milán, pero lo dejó. Su primera aproximación al mundo de la moda se produjo cuando, con 23 años, empezó a trabajar como escaparatista y vendedor en los almacenes La Rinascente. Poco después comenzó a trabajar para Nino Cerruti, firma en la que permaneció como diseñador entre 1961 y 1970. También trabajó para Hugo Boss.
Giorgio había puesto un pie en el mundo de la moda y en 1974, junto a Sergio Galeotti, creó la firma Armani para desarrollar y comercializar sus propios diseños, destacando sobre todo la chaqueta holgada, una prenda que durante finales de los años setenta y primeros ochenta se convirtió en un auténtico icono. A mediados de los ochenta entró por la puerta grande en los EE UU gracias al diseño de la ropa del filme 'American Gigoló' y a una portada de la revista Time. A partir de ese momento las estrellas de Hollywood se convirtieron en clientes de Armani, y lógicamente lo siguen siendo.
Inicialmente Armani se dedicó a la moda masculina, pero con la incorporación de su hermana Rosanna a la empresa empezó a diseñar también ropa femenina. En muy poco tiempo Armani supo hacerse un hueco en el mundo de la moda y, poco a poco, se situó en lo más alto. Las claves de su éxito fueron, además de una inigualable visión de negocio, crear prendas muy cómodas, sobrias, realizadas con materiales y tejidos de primera calidad, excepcionalmente confeccionadas y apostando por líneas rectas y estilizadas. Su apuesta por no introducir cambios exagerados en sus diseños le ha permitido convertirse en una firma sinónimo de elegancia y de valor seguro en los grandes acontecimiento.
Al tiempo que Armani crecía como marca de moda, su creador supo aprovechar la consolidación para ampliar el negocio a otros sectores, como los perfumes, complementos, calzado, joyería, decoración, chocolates o incluso a la puesta en marcha de hoteles de lujo. La diversificación de su negocio le ha permitido crear varias marcas, como Emporio Armani, una cadena de tiendas donde ofrece prendas 'ready to wear' (listas para llevar) y complementos destinados a una clientela más joven que puede acceder a ropa Armani a un precio razonable y producida en serie, sin la exclusividad de otras colecciones o marcas creadas por Giorgio Armani.
La versatilidad de Armani le ha llevado a poner en marcha firmas como Armani Collezioni, Armani Jeans, Armani Exchange, Armani Dolzi, Armani Casa, Armani Junior , EA7, Armani Beauty y la ya citada Emporio Armani. El objetivo es llegar a clientes de todo tipo aprovechando el tirón que el apellido Armani tiene como sinónimo de exclusividad. En la actualidad, las dos marcas señeras del diseñador italiano, que como todas las que llevan su apellido ha sabido mantenerlas lejos de los grandes grupos empresariales y bajo su estricto y directo control, son la que lleva su nombre, Giorgio Armani, y Armani Privé. En estos momentos, el grupo Armani gana más de 4 billones de euros en todo el mundo, tiene 4.700 empleados, 13 fábricas y más de 250 tiendas exclusivas en 36 países.