El mueble español de lujo no sólo puede competir con el de cualquier otro país, sin duda está por encima de todos. Un claro ejemplo de la exclusividad de algunos fabricantes es Latorre, nacida de la mano de Ascensión Latorre quien en 1959 empezó a realizar proyectos de decoración cuando en España eran algo poco común. En 1975 decide crear la empresa como fabricante de muebles de gama alta, especialmente sillas. En apenas seis años Latorre comienza a vender en varios países y a participar en ferias internacionales. La fuerte demanda le lleva a ampliar sus instalaciones en 1984 y en 1998 se instala en la localidad valenciana de Moncada, donde pone en marcha una impresionante fábrica de sofás y muebles de lujo. En la actualidad, Ascensión Latorre sigue al frente de la empresa, aunque son sus tres hijos y un nieto los que manejan los hilos de la firma.
La filosofía de esta firma valenciana es clara: reinterpretación del clasicismo para adaptarlo a las tendencias actuales, uso de materiales de máxima calidad, aplicación de alta tecnología en la
fabricación y, sobre todo, personalización y exclusividad.
Los muebles de Latorre son definidos por el propio fabricante como “Clásico de Vanguardia”, un sello bajo el que ofrecen diseños que son auténticas obras de arte, únicas e inconfundibles. Cada uno de
sus muebles se realizan de manera individual por auténticos artesanos que miman cada una de sus creaciones. Además, la firma ofrece la posibilidad de personalizar al máximo cada mueble con un
programa especial que posibilita al cliente incluir sus iniciales, su nombre o el texto que desee en sillas, sillones, sofás...