Las firmas especializadas en la fabricación de calzado masculino de lujo forman un grupo muy reducido y selecto. Aunque casi siempre relacionamos este 'club' con marcas italianas o inglesas, hay una marca española que, por méritos propios, merece estar entre los mejores fabricantes del mundo. Se trata de Magnanni, una empresa de Almansa (Albacete) con reminiscencias italianas en su nombre -el fundador se inspiró en la actriz italiana Anna Magnani, a cuyo apellido añadió una errata- y con productos de máxima calidad en su catálogo. Magnanni puede presumir de fabricar los zapatos favoritos de los ejecutivos y directivos más exigentes del mundo, especialmente de los Estados Unidos, país en el que esta firma ha abierto mercado y se ha consolidado como un referente en el segmento del calzado masculino de lujo. Los zapatos Magnanni son un referente por la calidad de los materiales, la perfección de los acabados artesanales, sus diseños exclusivos y originales y un tintado único. En España, las creaciones de esta marca albaceteña no son muy conocidas, y desde luego no porque no merezca la pena adquirir un par de sus zapatos, sino porque el mercado español apenas representa el 2% del total de sus ventas.
La historia de Magnanni es la historia de la familia Blanco, en concreto de Sebastián Blanco Aldomar, quien en el año 1954 decidió poner en marcha una fábrica de zapatos que comercializaba bajos las marcas Coloma, Aldomar y Blangar, hasta que el aumento de las ventas le llevó a crear Magnanni, firma bajo la que empezó la fusión del calzado castellano más clasico y el zapato italiano más elegante. Pocos se podían imaginar que 60 años después la empresa levantada de la nada iba a convertirse en el fabricante de zapatos de caballero que se venden en las mejores tiendas de Londres, París o Nueva York y que pisan los parqués de las bolsas más importantes del mundo y las alfombras de los hoteles más lujosos.
El fundador falleció en 1992, pero eso no impidió que sus sucesores siguieran sus pasos y se encargaran además de mejorar la calidad del productos y de los materiales y de internacionalizar las ventas de la empresa. Su hijo Pascual Blanco fue el responsable de suceder al frente de la empresa y asegurar el futuro: sus seis hijos son los que manejan buena parte de las parcelas de una firma que crece año tras año, en ventas y en facturación y también en capacidad de producción. Cada uno de los sucesores se encargan del diseño, de la compra de materiales, del tintado de la piel, del mercado estadounidense, de la exportación... Hace poco más de 20 años, dos de los hijos del propietario aprovecharon su estancia como universitarios en Estados Unidos para abrir mercado con mucho esfuerzo. El sacrificio mereció la pena y hoy Magnanni es una marca muy reconocida en el gigante americano, único país en el que tienen tienda online.
Las claves del éxito de Magnanni están muy claras. En primer lugar, la calidad de la piel de vacuno utilizada en sus zapatos, procedentes de los mejores curtidores franceses e italianos. Aunque también usan pieles más lujosas, como cocodrilo. En segundo lugar, el método empleado en la fabricación: bolognese. Este método convierte cada zapato en una pieza especialmente suave y cómoda. En tercer lugar, el trabajo artesanal en el cosido de cada zapato, que es cosido a mano, y el tintado de la piel, un proceso manual para el que emplean un método único para conseguir que el color natural de la materia prima se convierta en una increible gama de colores, tonos, matices y contrastes absolutamente exclusivos. El cuarto punto clave es el diseño, sea cual sea el tipo de zapato: botines, zapato inglés, sandalias, mocasín, zapato de ceremonia... Todos los zapatos Magnanni deben sentar como un guante en el pie y para ello el proceso de fabricación se prolonga unos dos meses. Ello no impide que cada día salgan unos 1.500 pares de su nave industrial. Además, Magnanni ofrece a sus clientes más exclusivos la posibilidad de customizar al máximo sus zapatos, eligiendo hormas, colores, acabados, etc. Entre estos clientes 'vip' hay actores de Hollywood, futbolistas de la Premiere League o diseñadores italianos. Como decíamos, el mercado internacional se lleva la mayor parte de la producción de esta empresa albaceteña, pero en España es posible encontrar algunas de sus creaciones en El Corte Inglés y en las mejores zapaterías. Hay clientes españoles que conocieron la marca cuando se compraron un par de zapatos en el extranjeros y descubrieron que no eran italianos, sino 'Made in Spain'. Ahora estos clientes no quieren otro calzado de vestir que no sea Magnanni. Y no es extraño.