Después de conocer los principales trenes turísticos de lujo en España, vamos a hablaros de los que hay en el resto del mundo. Los dos primeros que nos vienen a la memoria, por sus connotaciones literarias y cinematográficas, son el Orient-Express y el Transiberiano.
El Orient-Express, que en sus inicios en 1883 llegó a unir París y Constatinopla (Estabul), cuenta en la actualidad con tres trenes que realizan tres recorridos diferentes mucho más cortos pero igualmente interesantes: París-Venecia, Venecia-Viena y Singapur-Bangkok. El tren que une París y Venecia dispone de 17 vagones, de los cuales 11 son coches-cama construidos entre 1926 y 1931 y que han sido restaurados a imagen y semejanza de cómo eran hace casi un siglo. Las suites se convierten en salón durante el día, con sofá y mesita, y por la noche se transforma en una habitación con una cama baja y una cama alta. En el cuarto de aseo hay lavabo con agua caliente y fría, toallas y artículos de aseo, servicio de habitación 24 horas, radiadores con control individual para la calefacción, caja fuerte privada, dos armarios y maletero. Los precios son 1.980 euros para la cabona estandar y 2.810 euros para la suite. El viaje dura dos días (1 noche). La línea Venecia-Viena se realiza con los mismos trenes, aunque los precios son sensiblemente más baratos por la duración del viaje: 1.090 euros. Finalmente, el trayecto Singapur-Bangkok tiene una duración de tres días (2 noches) y une las dos ciudades asiáticas a bordo del Eastern and Oriental Express. Los precios oscilan entre los 1.540 y los 3.150 euros.
El Transiberiano es otro tren de leyenda. La ruta principal fue inaugurada ten 1904, tiene más de 9.000 kilómetros de recorrido y une Moscú con Vladivostok, la ciudad situada en la costa rusa del Pacífico. Atraviesa toda Rusia, ocho zonas horarias y son necesarios seis días de viaje, por lo que es el servicio continuo más largo del mundo. El tren permite descubrir las culturas que componían la antigua URSS y Mongolia. A bordo se puede degustar comida tradicional de los territorios por los que se pasa, además de cocina internacional. Hay dos tipos de cabinas: Gold Class y Silver Class, todas ellas lujosas y con aseo, ducha y aire acondicionado. Esta línea sigue funcionando como trayecto para el transporte de mercancías y de pasajeros, por lo que los turistas suelen combinar una parte del recorrido del Transiberiano con el de otros trenes que llevan a Ulan Bator (Mongolia) o Pekín. Los precios, por lo tanto, oscilan entre los 800 euros y algo más de 2.000 euros.
Otro de los trenes más lujosos y encantadores es el Rovos, que desde 1989 une Pretoria y Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Se trata de un lujoso convoy preparado para un máximo de 72 pasajeros en 36 suites de tres categorías distintas: Royal Suite, Deluxe Suite o Pulman Suite. Sus vagones han sido restaurados en un estilo clásico para saborear la autenticidad de los primeros años del siglo XX. El recorrido es de 1.600 kilómetros que se cubren en dos días, aunque se organizan distintos itinerarios y hay viajes desde 24 horas hasta 14 días completos durante los que se visitan los más espectaculares rincones del país. Los precios oscilan, en función de la categoría de la suite y del recorrido, entre los 1.000 y los más de 2.000 euros.
De África pasamos a Asia para conocer la gigantesca China a bordo del Shangri-La Express, un lujosísimo tren que funciona desde 1985 y que nos ofrece tres líneas: Lhasa-Xiam-Beijing; Hong Kong-Tres Cascadas-Shanghai y Ruta de la Seda (entre Moscú y Pekín, pudiendo elegir uno de los dos sentidos). Esta última línea es la más cara, no sólo de este tren, sino del mundo: hay que pagar unos 10.000 euros para un sensacional recorrido de 21 días (20 noches). Cada cabina, de 3,6 metros cuadrados, incluye una litera, mesa y cómodo sillón junto a un gran ventanal. El lavabo es compartido entre dos cabinas y las duchas y los sanitarios están al final de cada vagón. La compañía proporciona toallas y albornoces. En el vagón restaurante se ofrece una gran variedad de especialidades locales. El convoy incluye un piano bar.
Volvemos a saltar de continente para recorrer Canadá en el tren Rockies Rail Experience. Este tren, construido entre 1917 y 1931 estaba destinado a transportar personalidades, como Winston Churchill y la reina Isabel, entre otros. Las cabinas, como en este tipo de trenes, aunan el lujo con el clasicismo en la decoración y el cuidado de los viajeros. Existen diferentes recorridos, aunque el más completo es el Rail Circle, a bordo del Rocky Mountaineer. Se trata de doce días de viaje (once noches) para recorrer las Montañas Rocosas con salida y llegada en Vancouver, con diferentes etapas en parajes increíbles, incluida una excursión en helicóptero. Hay que aclarar que el tren se emplea sólo para viajar, ya que el alojamiento se realiza en hoteles de lujo situados en las ciudades en las que finalizan las etapas. Los precios están en consonancia con los servicios prestados: alrededor de 6.000 euros por persona.
De vuelta a Europa, una opción con mucho encanto y más asequible es el Royal Scotman, un tren que realiza un encantador circuito por Escocia. Con un máximo de 36 pasajeros, este tren recorre durante cinco días (4 noches) paisajes increíblemente bellos, tiene salida y llegada en Edimburgo y hace escala en Keith, Kyle of Lochals, Garten, Dundee y Stirling. El precio es de 3.260 euros e incluyen todas las comidas y bebidas, excursiones y alojamiento en maravillosas cabinas con camas bajas, guardarropas, secador del pelo, calefacción individual, climatización y cuartos de baño equipados con duchas, bañera, WC y toallas limpias cada día.