La India es uno de los destinos más deseados por cualquier viajero. Solo mencionar el Taj Mahal, el Fuerte Amber o las ciudades de Delhi, Jaipur y Agra se desborda la imaginación. La India, que sedujo a Marco Polo, a Kipling o a George Harrison, entre otros muchos, y que nunca deja indiferente, no ha perdido un ápice de su poder de fascinación para todo viajero. Porque la India milenaria, la de los sadhus y gurus, los templos medievales y las mezquitas de los mogoles, la tierra del yoga y la renuncia, de los orgullosos sikhs y los parias pedigüeños y de la cobra que danza en un cesto de mimbre, todavía existe en cuanto uno se zambulle en un recorrido de aldeas perdidas o entre los callejones de las ciudades.
Es el segundo país más poblado del mundo y está lleno de contrastes, desde los picos del Himalaya, al desierto del Thar y las exóticas playas de Goa, con una cultura milenaria, con el Taj Majal
como magnífico ejemplo. Pero también con amplios hábitats protegidos de bosques y selvas tropicales que encierran algunos de los ecosistemas con mayor biodiversidad del planeta. Aquí todavía se puede
contemplar al majestuoso tigre de bengala, símbolo del poder religioso y divino, en la reserva de Sariska o en el Parque Nacional Corbett. Pero no se puede hablar del turismo en India sin destacar la
belleza de sus imponentes templos y palacios. El Fuerte Rojo de Delhi, el Templo Dorado en Amritsar, el Palacio de Mysore o el Templo de Ekambaranatha en Kanchipuram, la lista es tan larga como
espectacular.
De todos los países del mundo, la India es el único que muestra en sus calles tradiciones vivas cuyo origen se remonta a miles de años. A la mística de unas religiones que impregnan toda
manifestación vital -y cuyos dioses son contemporáneos del panteón heleno- se unen inmensas posibilidades de puro disfrute para un viajero curioso: se puede recorrer el desierto en camello, coger
olas en las playas del sur, hacer trekking por el Himalaya, visitar templos, pagodas y mezquitas con cientos de años de antigüedad, recibir cursos de yoga, budismo e hinduismo, deleitarse con una
gastronomía sensual y deliciosa.
La agencia Exoticca sugiere un viaje de Relax y Misticismo en Kerala, disfrutando del suroeste de la India adentrándose en la cultura de los mil contrastes. Un viaje para conocer la Reina del mar
Arábigo, Kochi, gozar de un espectáculo Kathakali, relájarse en un crucero hacia Alleppey y contemplar los bellos paisajes durante el recorrido. En Marari hay que desconectar en sus playas,
clasificadas como unas de las cinco mejores del mundo por National Geographic.
Otra propuesta sugerente es Leyendas de India y Nepal, con la que embriagarse con los colores y aromas de India, descubrir la bulliciosa Delhi, los palacios de los maharajas, las fortalezas y los
templos hindúes en Agra y Jaipur. Y, además, recorrer los valles centrales de Nepal, la cima del mundo, los pueblos a los pies del Himalaya, sus paisajes increíbles y majestuosas montañas.
Descubre todas las propuestas para viajar a la India en la web de Exoticca. (Fuente: Open Comunicación)