Las Islas Maldivas es uno de los destinos turísticos más increíbles que podemos encontrar. A diferencia de otras zonas mucho más masificadas, como el Caribe, la Riviera Maya o Brasil, estas islas situadas en en el Océano Índico, a la altura del ecuador de la Tierra, son un auténtico paraíso para disfrutar de un estancia única. Más de mil islas integradas en 26 atolones naturales que, en forma de anillo, están formados por arrecifes de coral con una laguna en el centro. Solo una quinta parte de las islas están habitadas -la población es de unas 350.000 personas- y de ellas noventa son complejos turísticos. El resto están deshabitadas o se emplean con fines agrícolas.
Visitar estas islas permite descubrir que hay otra manera de vivir, aquella en la que cada uno se marca sus propios ritmos. Sin duda, la vida contemplativa es posible en las Maldivas, disfrutar de un combinado en las arenas más finas que se puedan imaginar, de unas aguas de un azul turquesa increíbles, con arrecifes de coral repletos de peces de colores imposibles, de unos atardeceres de ensueño...
Las Islas Maldivas, por su situación geográfica, han vivido en muchas ocasiones ajenas a lo ocurrido en el resto del mundo, a pesar de que ha permanecido en contacto con numerosas culturas por su ubicación en el centro de muchas rutas comerciales. Convertida su población al islamismo en 1153, y con influencias de religiones y culturas asiáticas y africanas, su historia no es excesivamente convulsa hasta la llegada de los portugueses a mediados del siglo XVI, que permanecieron unos pocos años en el archipiélago. Más tarde llegarían los holandeses. Ya a finales del siglo XIX las Maldivas firman un protectorado con el Reino Unido, del que se independiza totalmente en 1965. Desde entonces, las islas son una república
En la década de los setenta comenzaron a construirse los primeros complejos turísticos y en poco tiempo el turismo sustituyó a la pesca como principal actividad económica del archipiélago. Para preservar el medio ambiente, el Gobierno decidió dedicar determinadas islas no habitadas para el turismo, alejando de esta manera a la población local de influencias externas. La capital es Male, tiene más de 100.000 habitantes y ocupa toda una isla.
El clima favorece el disfrute de sus magníficas playas: una temperatura media de 30 grados, agradables brisas marinas por las noches, cielos despejados durante la mayor parte del año, especialmente entre diciembre y abril. Cuando se viaja a las Islas Maldivas hay que tener en cuenta que todas las actividades girarán en torno al mar: submarinismo, deportes acuáticos, excursiones a pequeños poblados de pescadores, playa y relajación. Recibir un masaje en los spas que incluyen todos los complejos hoteleros es un sueño al alcance de muy pocos, ya que es un destino exclusivamente de lujo.
Cuáles son los mejores complejos turísticos de Maldivas. Es difícil decidirse porque todos son, simplemente, sensacionales y muy parecidos. No obstante, el más exclusivo de los alojamiento es The Rania Experience. Se trata de un hotel en el que se convertirá en el único huésped, todo el personal estará a su disposición y tendrá hasta un yate privado comprado a un jeque de Dubai para recorrer el archipiélago o salir a bucear. Reservar la suite de tres habitaciones y las tres villas aisladas puede ser una experiencia única para viajar con un grupo de amigos. El alojamiento incluye todo tipo de servicios exclusivos para convertir la estancia en un recuerdo increíble.
Además de este increíble complejo, en las Maldivas hay muchos más: el más grande es el Sun Island Resort & Spa, con más de 400 habitaciones, y uno de los más pequeños es el Banyan Tree Madivaru, de solo 6 estancias. También hay resorts enfocados a la práctica de algún deporte concreto, como el Bandos Island Resort & Spa, el Taj Exótica Resort & Spa, que está rodeado por una laguna y es necesario recurrir a un barco para llegar al arrecife. Igualmente exclusivo es el Hilton Maldives Iru Fushi Resort & Spa.