El descapotable más rápido del mundo

Bugatti lanzó en 2005 el Veyron, un superdeportivo considerado por muchos como el mejor coche del mundo. Inicialmente, Bugatti dotó a este cochazo de un impresionante motor: 8,0 litros, tetraturbo, W de 16 cilindros, un par motor de 1.250 Nm entre 2.200 y 5.500 rpm y 1.001 CV de potencia. El aspecto que presenta este motor es el de cuatro motores de cuatro cilindros en línea formando una W. Semejante motorización lo convirtieron en el coche más rápido del mundo con una velocidad punta de 407 kilómetros por hora, hasta que fue desbancado por el SSC Ultimate Aero, y una aceleración de 0/100 en 2,64 segundos.

Todo en el Veyron es mayúsculo: tracción permanente a las cuatro ruedas, neumáticos especiales para resistir la velocidad punta -con un precio de 25.000 euros por juego-, transmisión es secuencial de 7 marchas...

Por dentro el lujo también es increíble: en la punta del indicador del velocímetro lleva un diamante de un quilate de peso, el cuero cosido a mano preside todo el salpicadero, los asientos son bicolores de cuero con el logo EB (iniciales de Ettore Bugatti, fundador de la compañía) a la altura de la cabeza, palanca de cambios de cuero y aluminio...

Bugatti fabricó muy pocas unidades del modelo inicial, pero cada año lanza series muy limitadas (Centenair, Pur Sang, Hermès, Sang Noir, Vincenró), a un precio elevadísimo, con cambios estéticos y, como en el caso que nos ocupa, mecánicos.

El Bugatti Veyron Grand Sport Vitesse se presentó en el Salón del Automóvil de Ginebra y es considerado el descapotable más rápido del mundo. La marca francesa realizará 350 unidades de esta máquina que ya circula en dos colores diferentes: en tonos azules o en gris. Además de los cambios externos (tomas de aire más grandes, faros deportivos, alerón trasero que surge del interior...), la principal novedad radica en los 200 CV extra que monta con respecto al modelo original. Este incremento, conseguido gracias a cuatro turbos de mayor tamaño, le permite lograr un par máximo es de 1.500 Nm entre 3.000 y 6.000 vueltas, una velocidad de 410 km/h (limitada electrónicamente a 375 km/h) y una aceleración 0/100 de 2,6 segundos.

Los ingenieros de la marca francesa reforzaron el chasis del vehículo, que monta una carrocería de fibra, para mejorar la seguridad, así como amortiguación de competición y llantas de 20 pulgadas. En el interior también hay detalles que marcan la diferencia con el resto de ediciones del Veyron. El precio, desde 1.700.000 euros.

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